Sentí el hálito caliente en mi cuello y cómo una hoja afilada lo recorría. Mis sentidos se alarmaron y comencé a correr notando las pisadas tras de mí.
Corría, pero aquella sombra oscura no se separaba.
De pronto, me alcanzó y me clavó aquel frío objeto. Caí desplomada al suelo y, con la fuerza que aún quedaba en mi cuerpo, me giré para descubrir su identidad...
Lo hice.
Me gusta. Me gusta la idea del suicidio para escrbir las posibles sensaciones que pueden surgir. Me gusta la emoción que acompaña a la cercanía de la muerte. Me gusta tu escrito.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Carmen. Es un verdadero placer que mi trabajo te guste 😉❤.
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